"Podemos pretende despavimentar y volver a los caminos de arena de Alcorcón".
Vamos a intentar, con el rigor que siempre tratamos de tener y el que parece haberle faltado al diario que publica esta noticia, explicar la medida que aparecía recogida en el programa electoral de Ganar Alcorcón. El punto decía así: "Despavimentación: revertir la tendencia de asfaltado de la ciudad que ha provocado fuertes escorrentías y degradación del subsuelo".
En primer lugar, fe de errores: es una única frase que puede llevar a malentendidos, fruto de la brevedad con la que se escriben los programas electorales para tratar que sean menos pesados de leer. El diario afirma, y miente de esta manera, que se pretende despavimentar la ciudad entera para volver a las calles de arena. Por suerte, eso sí, se dignan a recoger las declaraciones de la concejala de Equo, Inma Torres.
Nos alegra mucho, no obstante, que a raíz de la polémica intencionada que este artículo de OK Diario pueda suscitar nosotras podamos explicar en qué consiste el movimiento de despavimentación y, en general, de protección del suelo.
Lo que esta medida del programa electoral propone es acabar con el asfaltado sin ton ni son de zonas no transitadas del municipio o donde no es necesario la existencia del mismo, ya que cuando un terreno es asfaltado, el suelo muere por completo y se produce una degradación total del mismo, impidiendo la recarga de acuíferos del subsuelo (Alcorcón tiene el nivel freático bastante elevado, es decir, agua a muy pocos metros de profundidad) y generando escorrentías excesivas debido a que ya no hay suelo y vegetación que retengan el agua de lluvia.
El suelo tarda entre decenas y cientos de años en formarse. Esto quiere decir que los suelos degradados tras el asfaltado no podrán volver a albergar todo el ecosistema o tener la productividad que tenían antes de ser asfaltados. Y ¿por qué es tan importante el suelo? Pues, sencillamente, porque es (literalmente) la base de todo ecosistema.
En ningún caso se propone, ni se desea, despavimentar todo el núcleo urbano, tan solo aquellas zonas periféricas sin uso que no necesitan estarlo. Otra manera de expresarlo: una zona como la del parque de los Pinos, al lado de los campos de fútbol, no necesitaría ser asfaltada, está bien como un agradable bosque urbano. La idea es seguir la misma tendencia en zonas desocupadas del municipio, dedicarlas a usos que beneficien a la ciudadanía y no asfaltarlos por el mero acto especulativo de construir en todo aquel sitio donde esté permitido hacerlo.
Y, aquellas zonas donde el asfalto sobra y genera problemas de escorrentía y recarga de acuíferos, se puede realizar su despavimentación. Obviamente, en el entorno urbano se tendrían como primordiales los criterios técnicos y de comodidad para la circulación de vecinas y vecinos.
En primer lugar, fe de errores: es una única frase que puede llevar a malentendidos, fruto de la brevedad con la que se escriben los programas electorales para tratar que sean menos pesados de leer. El diario afirma, y miente de esta manera, que se pretende despavimentar la ciudad entera para volver a las calles de arena. Por suerte, eso sí, se dignan a recoger las declaraciones de la concejala de Equo, Inma Torres.
Nos alegra mucho, no obstante, que a raíz de la polémica intencionada que este artículo de OK Diario pueda suscitar nosotras podamos explicar en qué consiste el movimiento de despavimentación y, en general, de protección del suelo.
Lo que esta medida del programa electoral propone es acabar con el asfaltado sin ton ni son de zonas no transitadas del municipio o donde no es necesario la existencia del mismo, ya que cuando un terreno es asfaltado, el suelo muere por completo y se produce una degradación total del mismo, impidiendo la recarga de acuíferos del subsuelo (Alcorcón tiene el nivel freático bastante elevado, es decir, agua a muy pocos metros de profundidad) y generando escorrentías excesivas debido a que ya no hay suelo y vegetación que retengan el agua de lluvia.
El suelo tarda entre decenas y cientos de años en formarse. Esto quiere decir que los suelos degradados tras el asfaltado no podrán volver a albergar todo el ecosistema o tener la productividad que tenían antes de ser asfaltados. Y ¿por qué es tan importante el suelo? Pues, sencillamente, porque es (literalmente) la base de todo ecosistema.
En ningún caso se propone, ni se desea, despavimentar todo el núcleo urbano, tan solo aquellas zonas periféricas sin uso que no necesitan estarlo. Otra manera de expresarlo: una zona como la del parque de los Pinos, al lado de los campos de fútbol, no necesitaría ser asfaltada, está bien como un agradable bosque urbano. La idea es seguir la misma tendencia en zonas desocupadas del municipio, dedicarlas a usos que beneficien a la ciudadanía y no asfaltarlos por el mero acto especulativo de construir en todo aquel sitio donde esté permitido hacerlo.
Y, aquellas zonas donde el asfalto sobra y genera problemas de escorrentía y recarga de acuíferos, se puede realizar su despavimentación. Obviamente, en el entorno urbano se tendrían como primordiales los criterios técnicos y de comodidad para la circulación de vecinas y vecinos.
¡Ah! Y no, no es una ocurrencia, es una medida en consonancia con varios movimientos a nivel europeo, tales como:
http://depave.org/about/
https://www.people4soil.eu/es
Esperamos haber aclarado de esta manera el titular sensacionalista de OK Diario.
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